sábado, 22 de junio de 2013

Los Miserables, de Victor Hugo (1862)

La historia comienza cuando Jean Valjean escapa (creo) y acaba en un pueblucho que nadie le quiere por haber sido presidiario. Pero, gracias a la bondad de un obispo, se da cuenta de que su vida debe cambiar y decide cambiar y empezar de cero. Para ello, cambia de ciudad, de nombre, de estilo de vida. Todo lo que gana es para los demás, apenas se queda algo para él. Tras un malentendido, una muchacha llamada Fantine (que conste que a mí me salía Fantina, hija menor de Fanta -chiste malo, no me matéis- )acaba presa y Jean, como alcalde, la saca de allí y evita que pase por todo lo que él pasó durante casi 20 años. Le promete cuidar de ella y de su hijita, que estaba a cargo de una familia a la que le debía algo de dinero por cuidar de la pequeña. La verdad es que la pobre Fantine, me da mucha pena, porque los Thenardier se aprovechan a más no poder de su bondad y la pobre tiene que vender sus dientes y su larga melena para poder costearse los medicamentos que se supone que es para Cosette, cosa que no era cierto, puesto que ni siquiera estaba enferma. La pobre se pasa lo que le resta de su vida pensando que volvería a ver a su pequeña y, al enterarse de que no es así, de que no está allí con ella, entra en shock y, de un golpe mal dado, muere.

Tras la muerte de Fantine, Jean Valjean decide ir en busca de verdad de la pobre Cosette y hacerse cargo de ella. Esta parte era más que obvia, puesto que todos lo hubiésemos hecho y más sabiendo cómo estaba siendo tratada la pobre niña con los Thenardier. Esa familia es detestable. Me parece indignante que esa gentuza tratara a patadas y como si de un perro se tratara a Cosette, dejando que haga las tareas más pesadas, sin apenas ropa, comida y dejando que saliera a la calle así, ya lloviera, tronara, nevara o pasara un huracán. Por suerte, Jean Valjean la rescata de esa gente y le da la vida que se merece. Me hace gracia cuando se están escondiendo de Javert y Jean Valjean le dice que se esté muy quieta y que no se mueva o vendría la Thenardier a por ella y se la llevaría y la pobre obedece acojonada como si del coco se tratara. 

Años más tarde, la niña deja de serlo y se convierte en lo que más de uno se espera, una hermosa jovencita, que llega a enamorarse del hijo de un barón. Para mí, al principio, Marius me pareció un personaje un tanto seco, sin importancia, pero poco a poco se ve parte de él y al final acabas cogiéndole cariño. Primero, descubriendo la verdad que tanto le ha ocultado su abuelo, alguien bastante severo, con principios, testarudo, de mucho carácter y de armas tomar, sobre su padre. Yo entiendo que abandonara a su abuelo, porque ocultarle tal cosa, me parece demasiado. Y como el abuelo era cabezota y el nieto lo era más, pues claro, a ver cómo aclaran esto. Me alegré cuando, al final, se reconciliaran, porque da pena que, por algo así, se fuese al traste una relación tan buena como la que tenían los dos, antes de que Marius se enterara de todo. Pero ya pudo ser de una manera más agradable. Pero bueno, al menos el abuelo ya podría morir en paz tras esa reconciliación. Que esa es otra, con la de muertes que han habido y el abuelo de Marius, con sus 91 años y estaba aún vivito y coleando cuando acaba la historia. En parte, me parece un personaje entrañable, porque me recuerda a los abuelos estos cascarrabias que no tienen otra cosa que criticar a la juventud de ahora. 

En cuanto a Javert, me parece que se debía de sentir un rato fracasado. A mí que no me fastidien, que todos los que atrapaba, todos que conseguía enchironar,todos que se la fugaban de prisión. Normal que al final se suicidara. El autor puso que fue por lo de que Jean Valjean le perdonó la vida, pero yo creo que fue por fracasado. Yo me lo llego a encontrar y le recomiendo que se dedicara a otra cosa mejor. Madera como policía tenía, porque hacía bien su trabajo,pero eso de que se piraran todos en un abrir y cerrar de ojos... ¡¡La de veces que se le ha escurrido el prota!! Yo ya perdí la cuenta. 

Para terminar, comentar que lo que más me gustó, supongo, es cuando Cosette y Marius se casan y, tras la boda, Jean Valjean le suelta parte de la verdad a Marius y luego éste se entera por Thenardier el resto de su verdad. Aunque lamentablemente ya fuese un poco tarde y no pudieran más que despedirse del pobre Jean Valjean. Aunque me hace gracia eso de que, esté moribundo, les suelte a la parejita feliz un discursito precioso y emotivo y después, sin más, la espiche. Aún sigo sin entender muy bien el por qué de su muerte, ya que me pareció que murió así, sin más. Bueno, da a entender que es algo así como de tristeza, pero... no sé, no me quedó muy claro esa parte.

No hay comentarios :

Publicar un comentario