sábado, 22 de junio de 2013

El diario de Noah (2004)

Bueno, la verdad es que la película es la típica en la que dos adolescentes se conocen, se enamoran, viven un verano de lo más romántico hasta echar la pota y vomitar arcoíris, que los papis de ella, que es una chica de familia adinerada, pues le dicen que no puede estar con él, porque no tiene ande caerse muerto y que ella debe estar con alguien de su misma clase, vamos, con pasta y si es guapo, pues mejor. Y claro, ella se niega a aceptarlo, porque claro, ella hace lo que le da la gana y se enamora de quien quiere. Pero mami tiene otro plan bajo el sobaco y la manda a otro lugar a donde Dios perdió la zapatilla y al Noah también, ya de paso. Bueno, a éste sólo lo perdió de vista, pero que vamos, que se separan. Y bueno, él le escribe cartas durante un año entero (qué rollo, yo me ansio escribiendo una, no me quiero ni imaginar escribiendo 365), hasta que, cansaíco de no recibir ni una respuesta, manda a freír monas a la pija y deja de escribirle. Es que es normal, yo haría lo mismo, que la tinta en los años 40 estaba muy cara y más para un pobre paraíco como era Noah, y eso debe de ser un lujo para él. Angelico.

Así que nada, la niña mona de Allie (que no lo había dicho, así se llama la muchacha) siguió con su vida en Niu York, Niu YorK (Staaaart spreadiiing the neeeeews... (8) Eh.. vale, ya paro). Se sacó la carrera en la universiti of Niu York, Sarah Lawrence (claro que no sé qué era, no se me quedó, para no variar) y acabó, no sé sabe ni cómo, igualica igualica que la prota de Pearl Harbour, vamos, de enfermera para los heridos de la guerra y allí conoció a uno que estaba escayolao hasta el... ehem... dedo meñique del pie, malpensaos. Y bueno, la invita a salir (ahí, medio destrozao por la guerra, pero con ganas de darle alegría al body) y en fin, se enamoran y blablabla, él le pide que se casen, porque es asquerosamente rico, guapo y en fin, todo un gary stu en toda regla, vamos ella acaba aceptando.
En el momento en el que estuvieron apunto de echar el casquete.

¿Pero qué fue de Noah? Pues primero se alistó en el ejército, bueno, ya eso, que se fue a combatir contra los japos en la guerra y allí, la espicha el amigo, que, por cierto, el pobre ahí medio moribundo y el Noah con cara de estreñío vivo (hijo mío, que tu mejor amigo la está palmando, al menos llora o grita un poco, para que se note que te esté afectando que los amargaos de los japos te lo han quitao de en medio, pero nah, tu expresión facial es la de una lechuga revenía...). Y bueno, luego tuvo la chachi idea de que, después de ver a la churri de su vida pegándose el lote con el otro guaperas, pos le da por reconstruir la casa en la que, tiempo atrás, Allie y él casi echan un casquete (y digo casi porque llegó el corta rollos del amigo a cortarles el rollo, vamos. Porque claro, él le prometió que la arreglaría para ella y así lo hizo.
Ejemplo de la cara de espárrago estreñío de Noah.

Y cuando la acabó, vinieron los de la prensa y salió en el periódico y todo (eso sí, con su ya famosa cara de espárrago estreñío, para no variar)y ella, cómo no, ve el artículo y va hasta el pueblecico que unos años atrás vivió y le hace una visitica (más majica que ná. Si es que siempre fue una chica de buen corazón). Él se queda como si nada. ¡¡Tío, que viene a verte, muestra algo más de emoción!! Bésala, abrázala,échale un casquete..¡¡pero haz algo, hombre de dios!! Pos con toda la pachorra del mundo, la invita a pasar (y ella acepta, claro). Y no tienen otra cosa mejor que hacer que... tomar el té. Qué... romántico todo, sí. Esperemos que las pastitas al menos estuvieran buenas, que si no, mal vamos. Eso sí, al día siguiente llega lo bueno. La típica escena en la que la lluvia les pilla (qué casualidad, oye, sieeeempre llueve en las escenas más picantonas)y la pasión les ciega en el momento. Eso sí, lo que me pude reír con la escena en la que él la lleva hasta la habitación... ¡¡a cuestas!! No es por nada pero... ¿no se cansó de subir taaaaantas escaleras hasta llegar a la habitación? Porque macho, yo acabaría sin aliento y teniendo que parar a descansar al llegar... pero nada, él sube como dos pisos con ella a cuestas y con su cara de rancio .___." Como si hubiesen sido tres escaloncicos de nada, vaya

En fin, que se lo pasan pipa uuuna y ootra y ootra vez (cansinos, macho, cómo nos lo restriegan por la cara los muy asquerosos). Y bueno, llega la madre a cortar el rollo y a soltarle a la hija que ella tuvo un amor como el que ella (la hija) tuvo unos años atrás (imagino que antes de conocer al padre de la moza, no sé) y le da el tochaco cartas que le mangó en su momento. Vamos, que tenía una novela entera para leer, vaya. Así que na, acaba peleándose con Noah por una chorrada (que ya ni me acuerdo) y ella se pira a ver al otro. Y esa es otra, ella hostiándolo vivo ahí en plena discusión y él con su cara de .___." puesta... Luego ella habla con el cornudo prometido y regresa a los brazos de Noah. Qué pocholada.

Claro que la escena era un poco ridícula, porque abandona a alguien guapo, con clase, bien arreglado, con su traje bien puesto y demás, por alguien desaliñado, con barba de tropecientos días, camisa de tirantes y pantalones sobaqueros. En pocas palabras, deja a James Bond por irse con Chewbacca. No lo entiendo, pero bueno, son cosas del lof, supongo.

Y bueno, todo esto está escrito en un cuaderno que escribió el propio Noah y que le lee a diario en la actualidad a su esposa, ya que ésta padece de demencia senil y no recuerda nada. Ni de la cara de rancio que tenía su marido en sus tiempos mozos ni nada de nada. Ni de los hijos que tienen ni los nietos. Naica de na. Eso sí, el final muy tierno, con ellos dos abrazados en la misma cama, quedándose dormidos (él en verdad no tendría que estar ahí, pero se saltó las normas por la goma de la sonda y acabó en su habitación).

Y, quitando las cara insípidas del Gosling, creo que la película no está del todo mal. Eso sí, es un rato pastelosa, pero bueno, tampoco la veo tan mal.

Match Point (2005)

La película comienza con el personaje de Jonathan Rhys-Meyer (Chris, creo que se llama), que empieza a trabajar como profesor de tenis para sacarse un dinerillo. Ahí conocerá al hijo del jefe (creo que era) que se hacen muy buenos amigos y éste le presentará a su hermana una noche que lo invita a la ópera. Tras unos tonteos por aquí y por allá, comienzan a salir, aunque no parezca muy en serio.

Al poco, conoce en la casa de la novia, la churri del futuro cuñado, que es nada más y nada menos que la Johanson y, claro, con semejante pivón, cualquiera se enchocharía con ella, claro está. Y, como es evidente, se prenda de ella. Después de muchas miraditas en la que se comen vivos pues eso, que se lían pero ella no quiere saber más nada del tema porque está con el hermano de su novia y para ella sólo fue un desliz sin importancia.

Un día, el cuñado le anuncia al Rhys-Meyer (soy mala para los nombres, sí) que lo ha dejado con la Johanson (aquí es cuando más de uno habrá gritado: "WTF?? ¡¡TÍO, TÚ ERES GILIPOLLAS!! ¿Has dejado a la Johanson?" y esas cosas) porque se enamora de otra pava (qué queréis que os diga, prefiero a la rubia) que al final se casa con ella y la Johanson desaparece del mapa. Cosa que al Rhys-Meyer no le hace mucha gracia e intenta buscarla como sea, pero nada, que no hay manera.
Otro día, se la topa en un museo y ahí ella le da su número de teléfono (un poco forzado, porque estaba allí también la recién estrenada mujer del Rhys-Meyer y no era plan). Así que empiezan a verse y blablabla que si me tienes loco, blablabla, que si dejaré a mi mujer, blablabla (lo típico que sueltan los tíos casados a sus amantes, vamos). Y claro, ella acaba también pillada por él, de tal manera que se obsesiona. Y más cuando, un día, le suelta el bombazo de que está embarazada y lo amenaza con contárselo a su mujer si no la deja y eso (la pobre mujer, intentando quedarse embarazada y ésta, en un calentón, a la primera, anda que manda huevos la cosa, sí). Bueno, pues eso, que el Jonathan (jo, ha sonado a gitanillo), pensando en todo lo que podría perder por culpa de la tipeja esta (posición social, trabajo, su familia, blablabla)pues planea deshacerse de ella: vamos, matándola. Y para ello mata a la vecina (pobre, eso no me pareció justo, la verdad), haciendo parecer que todo ha sido un robo por drogas. Y cuando aparece la Johanson, pues le dispara para que pareciese que "pillaron al supuesto ladrón por sorpresa y se la quitó de en medio". Vamos, todo calculaíco el jodío. Lo que se dice un crimen perfecto, vaya.

Lo que el Rhys-Meyer no sabía era que la Johanson escribía un diario en el que suelta TODO y la policía se lo hace saber (aquí es cuando vemos cómo los huevillos del Rhys-Meyer se le ponen como corbata, sí), pero, les llora, les suelta el rollo de que va a ser papi (hasta me lo hubiese creído yo y todo) y lo dejan irse. Pero, mediante un sueño, el inspector de policía que lleva el caso, le desvela todo y piensa detenerlo, hasta que el compañero le dice que un anillo de la vieja apareció en el cadáver de un drogata que se ve que iba a venderlo y se salva el otro de ir a chirona.

No pude evitar descojonarme con esta última parte, porque de verdad, vaya giro de tuerca que le da Woody Allen al asunto. Uno pensando en la que le iba a caer, que no se iba a librar y.. resulta que se va de rositas.

Intocables (2012)

Sinceramente es una de las pocas películas que yo diría que valdrían la pena ver al menos una vez en la vida. Cuando vi la sinopsis en su día, pensé que sería uno de los mayores dramones del mundo, pero me equivoqué. Es una de las mejores comedias que jamás he visto y con su moraleja y todo.

La película va sobre un ex convicto que va a una entrevista de trabajo para que le puedan sellar el paro. Lo que el no se esperaba era que le dieran el trabajo, que consistía en cuidar de un hombre millonario que es tetrapléjico. Al principio se pensaba que sería mucho más sencillo, pero poco a poco se da cuenta de que no es una tarea fácil.

Creo que una de las escenas más divertidas de toda la película es cuando descubre que no tiene sensibilidad en las piernas ya que se le cae una tetera hirviendo en ellas y el hombre ni se inmuta y el otro se queda todo flipado repitiéndolo una y otra vez. Siento no estar dando nombres, pero es que no los recuerdo y ando vaga para buscarlos.

En fin, sigo. El muchacho, día a día se va ganando la confianza del millonario, que parece ser el único al que le debe de caer en gracia, puesto que sus amigos intentan convencerle de que puede ser una amenaza ya que estuvo en la cárcel y eso. Me encanta que él los mandara a freír monas e hiciera lo que le saliera de las pelotas, porque se estaba dando cuenta de que con este personaje se lo pasaba en grande, ya que lo sacaba a menudo a pasear en su... No se, ¿Lamborgini?¿Ferrari? lo que sea, un coche de esos, en vez del coche adaptado para gente como él. Y lo protege de gentucilla como uno de los vecinos que con todo el morro le da por aparcar en la zona de vado cuando esta completamente prohibido(como es normal) y esté lo coge por banda y lo empotra contra la pared explicándole a su manera el por que no debe aparcar su asqueroso coche de pijo ahí. Y claro, el hombre disfruta de su compañía tanto como el otro muchacho.

Hay un momento que no me acuerdo que pasa pero recuerdo que el muchacho acaba yéndose, me parece que era por un asunto familiar, con uno de sus hermanos y el milloneti tiene que buscarse otro asistente y el que le buscan es súper soso y aburridisimo con el que no se encuentra a gusto. Hay otro momento que me gusta mucho es el momento casamentero del joven. Quiere que su jefe conozca al fin a una mujer con la que se cartea habitualmente y le manda poemas escritos por el mismo(bueno, el los narra y su secretaria o lo que sea, lo escribe por el, pero se entiende que son de el, vamos). La primera vez el se echa para atrás justo en el último momento, ya que teme la reacción de la mujer al enterarse de que es tetrapléjico (algo que nunca le menciono por miedo a que ella le rechace y no quiera saber nada más de el). Pero me alegra saber que al final, cuando su amigo le hace algo así como una encerrona para que la conozca, ella lo aceptara tal como es.
Al final se que el muchacho no fue más el asistente del hombre, pero a día de hoy son grandísimos amigos. Y eso me enternece, ya que ambos vienen de mundos muy opuestos y aún así, sean los mejores amigos del mundo. Esa película tiene mucha moraleja. Una de ellas es que no debes juzgar a los demás ni por su nivel social ni por su pasado. Todos tenemos derecho a equivocarnos y no por ello tenemos que cargar con ello toda la vida.

Otra cosa que vi es la cantidad de cosas positivas que tiene todo, ya que a pesar de la situación en la que se encontraba el millonario, nunca se rindió ni se vino abajo y quiso luchar por vivir y encontrarse a alguien como este muchacho creo que le hizo querer amar más la vida, que se puede tomar las cosas con humor y que de todo se sale, aunque las cosas vayan mal. A mi me encanto la película que, a pesar de parecer un drama de los buenos, es justo todo lo contrario. Y lo mejor de todo es que es un hecho real, cosa que te anima mucho.

El Jovencito Frankenstein (1974)

La película comienza con una clase del doctor Frederick Frankenstein (el cual siempre está corrigiendo la pronunciación de su apellido, que insiste en que es "Fronkonstin") y ahí nos enteramos de que es nieto del famoso doctor Viktor Frankentein y que él asegura no estar tan loco como él. Y yo digo ¡JÁ! porque está tanto o más que su difunto abuelo. Tras la primera clase, en la que, con una demostración, un pobre anciano acaba con una patada en los.... ejem, innombrables, recibe una notificación de que ha heredado el castillo donde residía su abuelo y viaja hasta Transylvania. MUAJAJAJAJA 
Nada más llegar, le recoge en la misma estación, Igor (cuya pronunciación es "Aigor" por insistencia suya después de tener una discusión de borregos con el doctor sobre su pronunciación correcta de su apellido), un hombre algo extraño, cuya joroba no paraba de cambiarse de lado cada dos por tres, por no hablar de su inquietante... mirada. Allí conoce también a Inga, una atractiva mujer que... bueno, un poquillo sueltecilla sí que es. Al llegar al castillo, lo recibe Frau Noséqué (nombre alemán de esos, vaya), el ama de llaves y, al parecer, también amante del fallecido Viktor Frankenstein que, por cierto, qué mal gusto tenía el pobre, por Dios. 

Una noche, indagando por los pasadizos secretos del castillo, descubren el laboratorio y los libros de su abuelo, así que, tras pensárselo un poco, decide probar el experimento e intentar resucitar a un muerto. Así que profanan la tumba de un hombre que acaba de morir ahorcado y probar suerte con él. Frederick le pide a Igor que robe el cerebro de un genio, pero se asusta con un trueno (y con su reflejo en un espejo ¡manda huevos la cosa!) y rompe el tarro donde venía y, con él, el cerebro del genio. Así que coge otro, pero este no pertenecía a un genio precisamente, sino a alguien anormal, pero Igor se lo pasó por... la joroba y lo cogió igualmente. Cuando se disponen a resucitar al hombre, al principio parece que no funcionó, pero al rato se dan cuenta (por unos gemidos) de que sí que funcionó el experimento. Pero el hombre es tosco, agresivo y, lo que es peor, no habla, solo gruñe.

Y una vez que Frankenstein consigue... ¿domar? ¿disciplinar? lo que sea... a la bestia, lo presenta ante la sociedad en una especie de espectaculo, que a mí me encantó, porque cantan y bailan claqué como si tal cosa. Pero la cosa sale mal cuando prende uno de los focos un poco de fuego y el monstruito la lía un poco parda, sí. Y, bueno, luego los policías toca-pelotas de turno, ven que es un peligro para todos y quieren deshacerse de la pobre bestia. Menos mal que consigue escapar, que si no... mientras tanto, la novieta pija y tiquismiquis de Ferederick le sorprende llegando al castillo sin apenas avisar, qué casualidad, justo cuando se acababa de trincar a Inga, vaya y nuestro monstruito, decide regresar también al castillo y la secuestra. Al principio no sabía qué es lo que le iba a hacer, peeeero, joder, que el pobre monstruito lo que quería era mandaca de la buena y joder que si se la da, como que acaban fumándose un cigarrito y todo, vaya.... 

El caso es que, como Frederick quiere que su bestia tenga algo de cerebro, hace otro experimento y es pasarle su sabiduría. Y, justo en ese momento, llegan los policías o guardias o lo que sea, con toda la gente del pueblo que quería derrotar al monstruito, pero al entrar, se levanta y le dice que a todos que lo único que el doctor quería, era darle una vida un poco mejor (todo muy conmovedor, vaya), así que a todos se le ablanda el corazoncito y ya no quieren hacerle daño.

Y, al final, pues todos tienen un final feliz: Frederick se casa con Inga (quien descubre qué es lo que le pasó la bestia en el experimento... ejem, nanana yo no digo más)y el monstruito se casa con Elizabeth, la ex-novia de Frederick. Y todos contentos y felices y comieron perdices. 

Becoming Jane (2007)

La película narra la supuesta historia de amor que Jane Austen tuvo con Tom Lefroy durante su juventud (digo "supuestamente" porque no está verificado al 100% de que esto fuese así, pero yo, que soy una romántica empedernida, prefiero pensar que sí que ocurrió).

Jane es hija de familia humilde, con una madre que no piensa en otra cosa más que en emparejarla con alguien de buena dote. Y ese alguien no es nada menos que el señor Wisley (que no Weasley), sobrino de Lady Gresham, una acaudalada mujer. A Jane se la ve en todo momento como una muchacha con principios y de fuerte carácter, que no se deja pisotear por nadie que la menosprecie por el hecho de ser mujer, valiéndose por sí misma en todo momento. Y, probablemente, ese sea el encanto que siempre tuvo Jane, ya que tuvo varios pretendientes.

Por otro lado, tenemos a Tom Lefroy, un joven y alocado abogado, aficionado a la lucha y a las mujeres. Un día, su tío (del que prescinde completamente económicamente) decide mandarlo un tiempo con su familia paterna, los Lefroy. Al principio a Tom le cuesta un poco adaptarse al nuevo lugar, ya que no está acostumbrado a vivir en un pueblo. Cuando conoce a Jane, no es que empezara con buen pie, ya que discute con ella sobre sus escritos, poniendo a ésta furiosa con sus comentarios fuera de lugar. Pero, a pesar de que al principio no parecían llevarse lo que se dice bien, poco a poco van experimentando un cambio con respecto al otro y, sin darse cuenta, acaban enamorándose perdidamente. Así que decide presentársela a su tío, ya que sin su aprobación la relación no podría seguir adelante, puesto que, como ya dije antes, Tom prescindía económicamente de él. Todo iba a las mil maravillas hasta que el tío de Tom recibe una carta en donde le decía las intenciones de su sobrino con la muchacha y se niega en rotundo, ya que ella es pobre y no es digna para él.

Así que, pese a la negativa de su tío, Tom prefiere vivir en la miseria y ser feliz, que casarse con alguien a quien no ama. Y planea, junto a Jane, fugarse a Escocia. Pero, durante el trayecto, Jane descubre que sin el dinero que le proporciona su tío, su familia moriría de hambre y no podía hacerle eso, no se lo perdonaría en la vida. Tom le suplica a Jane que no se deje llevar por ese asunto, que ya lo resolverían, pero ésta decide regresar a Londres, dejando al joven con el corazón roto.

Años más tarde, en un recital, a Jane le parece ver a Tom a lo lejos, así que su hermano va a por él y lo trae de vuelta, acompañado de una joven muchacha, la cual presenta como Jane Lefroy.
A pesar de que se sabe que la suegra de Tom se llamaba Jane, yo también prefiero pensar que la hija se llamó así por Austen, más que nada porque Tom estuvo muy enamorado de ella y puede que la llamara así para recordarla de algún modo. La historia me parece de lo más tierna, tiene sus momentos bastante divertidos, como la escena donde juegan al... ¿criquet?(no sé si se llama así), momentos románticos como la escena en la que se besan por primera vez...

Aunque creo que mi escena favorita, sin duda alguna (me la habré visto como 5689658 veces ya)es la del baile, cuando se reencuentran y comienzan a bailar juntos, sin apartar la mirada el uno del otro. En serio, no me canso de verla. 


En cuanto al reparto, creo que no hace falta decir que es completamente excelente, empezando por Anne Hathaway, la cual admiro y James McAvoy al cual le haría padre todas las veces que me lo pidiera me encanta. También tenemos a Julie Walters (nuestra querida Molly Weasley) como Cassandra Austen y la mismísima Maggie Smith como Lady Gresham.

Uno, dos, tres, de Billy Wilder (1961)

La película está ambientada en Berlín de principios de los 60. Nuestro protagonista, el señor MacNamara, es un representante importante de una conocida marca de refrescos destinado allí, junto con su esposa e hijos. Lleva una vida de lo más normal, hasta que un día, su jefe le llama desde Atlanta para decirle que le envía a su única hija, Scarlett, a pasar unos días allí y que lo único que tiene que hacer es que se entretenga. No, si entretenida estuvo la niña, sí. No tuvo otra idea mejor que escaparse todas las noches (con soborno del chófer inclusive) a la parte oeste (creo que era) de la ciudad, donde conoce a un muchacho comunista del que se enamora perdida e incondicionalmente.

Hasta aquí, todo parece ir bien, pero cuando la muchacha le confiesa al señor MacNamara que se han casado hacía ya 6 semanas, las cosas van de mal en peor. El joven muchacho es alguien bastante revolucionario, expresando en todo momento sus ideales políticos, estando en contra de los del sr. Macnamara en todo momento y contradiciéndole cada dos por tres. Así que, a MacNamara no le queda otra que intentar deshacerse del muchacho y maquina una treta para que el joven acabe preso. La muchacha, al enterarse de lo ocurrido, acaba desmayándose y, gracias a este asunto, se enteran de que está en estado de buena esperanza, cosa que no es algo que esté muy al favor del sr MacNamara. Y mucho menos, cuando recibe la llamada de su jefe diciendo que en menos de dos días estará en Berlín de visita. Junto con su secretaria y uno de los fieles empleados al servicio de McNamara, consiguen sacar al joven revolucionario de allí.

Una vez ya en la oficina, necesitan de un plan para que los padres de Scarlett vean con buenos ojos al muchacho que, evidentemente, no es como el señor MacNamara les ha descrito, pero era por no perder su empleo ni su futuro en la empresa. Así que obliga al muchacho a vestirse como un noble, asearse y a comportarse en la mesa, incluso consigue que un noble lo "adopte" para que todo sea más creíble. Todo esto en contra de la voluntad del muchacho, que se resiste todo el tiempo a ser quien no es y a fingir cosas que no piensa. Finalmente, llega el momento de recibir a los padres de la muchacha que quedan maravillados con el reciente esposo de su hija. Al principio, el padre no está muy convencido, pero al final acaba creyéndose todo lo que le habían dicho que haga o diga delante de él. Y, tras conocerle, el sr. Hazeltine le ofrece el puesto en Londres que tenía para el sr MacNamara y a éste lo manda de nuevo a Atlanta, con un cargo mucho más importante y mejor, donde se va, finalmente, con su familia.

Bueno, con respecto a la trama, me ha gustado bastante, pero tocan demasiado un tema del que me siento bastante analfabeta, que es la política. Muchas de las cosas que han dicho no me he enterado del todo, porque no es un tema que yo domine mucho. La pega más grande que le pongo es que todo transcurre demasiado rápido y, como parpadees un segundo, corres el riesgo de perderte un rato. Pero, por lo demás, me ha parecido una comedia de lo más recomendable.

El diario de Bridget Jones, la película (2001)






La historia comienza en la comida de pavo al curry de año nuevo que celebra la tía Una Alconbury todos los años. Allí su madre la convence para que se ponga un vestido demasiado pasado de moda y hortera a más no poder y se empeña en emparejarla con el hijo de los Darcy, Mark, que acaba de divorciarse y aparece con un ridículo jersey de un reno que le regala su madre por Navidad. Pero la primera impresión de Mark hacia Bridget no es como ésta se esperaba y escucha cómo despotrica sobre ella accidentalmente hacia su persona y decide, en ese momento, escribir un diario en el que anotar todo lo que le ocurre en su día a día, y en el que evitará acabar con algún tío cabrón, como su jefe, por ejemplo, y cumplir sus propósitos de año nuevo, que son dejar de fumar, de beber, perder peso y encontrar a alguien que valga la pena, entre más cosas.
Y, como quien no quiere la cosa, acaba liada con su jefe, Daniel Cleaver, que empieza a flirtear con ella bromeando con su supuesta falda inexistente y, con tanto tonteo, pues acaban liados. Me hace gracia cómo le propone llevarla al catre "Sin rodeos. Sólo sexo". Más directo, imposible. Y el momento de las bragas de Bridget, es lo mejor de toda esa
 escena. Normal que se quedara flipando con tan semejante ejemplar de braga-faja que suelen llevar las abuelitas. Todo va muy bien hasta que una tarde, cuando ella regresa de una fiesta (que era de disfraces pero a ella no le avisaron y apareció en ella disfrazada de conejita de Playboy)se entera de que Daniel está liado con otra mujer y la tiene escondida en su cuarto de baño. Así que, cuando él le confiesa que esa chica es su prometida, Bridget se busca otro empleo donde la cogen de reportera en Despierta Gran Bretaña TV y se despide de la editorial donde trabaja.


Y, después de dejar el trabajo, tiene un acercamiento con Mark, que le confesó, días atrás, que le gusta "tal como es". Este es el momento que más encantador se le ve, porque, a pesar de ser una descarada que no controla nunca lo que dice, se le nota que empieza a sentir por ella algo más que cariño y ve en ella a alguien divertida y, sobretodo, unica y especial. Y tanto es así, que le consigue una exclusiva única para su programa en el que entrevista a un kurdo (creo que era) que estaba luchando por quedarse en UK con su mujer, que era británica y evitaran que lo extraditaran y lo ejecutaran en su país. Y claro, fue tanto la emoción que ese día, que justamente era su cumpleaños, decide invitar a cenar a sus mejores amigos Shazzer (la malhablada), Jude (la llorona) y Tom (el maricón perdío) para que, a su vez, celebren tal momento. Y en su desastroso intento de cocinar, aparece como quien no quiere la cosa, Mark Darcy, quien le ayuda a preparar la cena. Yo morí de la risa (y sigo haciéndolo, ya sea de paso xD) cada vez que veo lo de la sopa azul que se le hace, cuando ata los puerros a un cordel de ese color. Me encanta la reacción de Mark, como si eso fuese lo más normal del mundo y le dice: "Bueno, hay pocas comidas de color azul". Me pareció de lo más adorable, ese detalle. Y cuando se ponen a imitar a Pam, la madre de Bridget y a Una, mientras cocinan, demuestra el lado más divertido de Mark.

Llegan los amigos de Bridget y la adoran a pesar de la cena chapucera que les hace, aunque me parecen un poco capullos cuando, en el brindis, sueltan la frase de Mark de que la quieren "tal como es". ¡Mamones! Y todo iba estupendamente, hasta que aparece Daniel queriendo volver con Bridget, pero ve a Mark y éste, cansado de sus humillaciones, le pide que vayan afuera, que le tiene ganas y comienzan a pelearse. Por cierto, ¿soy la única que pensaba que la tarta de cumpleaños del restaurante griego tenía pinta de peligrar? Porque yo recuerdo la primera vez que la vi y yo me veía a alguien encima de ella, jodiéndolo todo. xDDD Pero, tras esta pelea, Bridget decide mandar al carajo, tanto a Mark como a Daniel.

Y de nuevo estamos en Navidad, donde los padres de Mark celebran las bodas de rubí y Bridget se niega a ver a Mark porque no le quiere ver ni en pintura, así que su madre le explica que estas son fechas duras para él, ya que pilló a su mujer (japonesa, una raza cruel) con el mejor amigo de Mark, que también fue su padrino de bodas. Lo que la madre de Bridget no sabe y que ella sí, es que de quien habla es de nada menos que de Daniel, así que finalmente decide ir a la fiesta. Y, allí, le confiesa a Mark que también le gusta y que le encantaría más tiempo con él.

Así que Mark pasa de quedarse en Nueva York, donde le habían propuesto trabajar en un bufete, y con el pretexto de darle el "beso de despedida" a Bridget, decide ir a verla y decirle que se queda por ella. Y, cuando Bridget se cambia (para ponerse las braguitas más sexies de estampado de cebra, qué salvaje grrr ), Mark descubre el diario de Bridget en el que lo pone a caldo, así que éste sale por la puerta y Bridget sale en su búsqueda en bragas (como si no hiciera frío ni estuviera nevando, vaya) y, cuando le encuentra, él le da un nuevo diario donde comenzar su nueva vida.


En mi opinión, Mark es un encanto, algo serio y estirado, pero un amor. Es de los que las mata callando, por así decirlo. Y es normal que a Bridget le encante, porque no es para menos poder presumir de alguien como Mark.

En cuanto a la banda sonora, no hay más que decir que es de mis favoritas. Tiene de todo y se adapta muy bien a cada escena de la película. Creo que mi escena preferida es cuando Bridget, al comienzo de la peli, se pone a cantar All by myself a grito pelado después de lo que suelta Mark sobre ella, borracha perdida, una revista a modo de micro y ese pijama de felpa que le está enorme. Alguna que otra vez la he imitado cuando he estado depre. Excepto por lo de ir trompa perdida, claro está.

Rainman (1988)

Llevo viendo esta película prácticamente toda mi vida y siempre que la veo me pasa lo mismo: Ray consigue enternecerme y disfrutar de su personalidad.

Bueno, la historia comienza cuando Charlie Babbitt recibe la noticia de la muerte de su padre, del que llevaba años sin hablarse y del que no sabía absolutamente nada. Durante la lecrtura del testamento, descubre que no es el heredero de todo el dinero que éste poseía y que ha ido a parar a otro beneficiario. Al averiguar de quién se trata, Charlie descubre que tiene un hermano 20 años mayor que él llamado Raymond.

Ray padece de autismo y no es consciente de lo que ha heredado, lo que hace que Charlie no comprenda por qué su padre no repartió con ambos la herencia. Desde el primer momento, Charlie se muestra bastante hostil, arrogante, superficial y prepotente con Ray, ya que, al parecer, no comprende lo que le ocurre en verdad a su hermano y llega, incluso, a perder los nervios constantemente con el autista.

Decide sacar unos días a Ray de la residencia donde está ingresado alrededor de 24 años y, de esa manera, conocer un poco mejor al hermano que jamás conoció y del que nunca supo. Al principio, y durante más de media película, se comporta de manera inadecuada con Ray. Da la sensación de que piense que se hace el sueco y que por eso es así. Pero Ray, con sus manías y demás, le va demostrando, poco a poco, que no es así. Pero Charlie también descubre en Ray algo sorprendente: tiene la capacidad de memorizar números de una manera increíble. Siempre que veo esta película, siempre tengo como escena preferida la de la caja de palillos que se cae al suelo y, con sólo mirar los palillos del suelo, sabe cuántos hay. Y no me acordaba lo de la guía telefónica, que se aprende hasta la G y le dice de memoria el número de teléfono de la camarera que los atiende. La cara de la camarera no tiene precio. Yo también me quedaría igual si alguien que no conozco de nada me suelta mi número de teléfono sin más.

Al descubrir esta peculiar habilidad, Charlie decide aprovecharse del talento de su hermano y se lo lleva nada menos que a Las Vegas a jugar al Black Jack, a jugarsela, porque es ilegal contar las cartas y casi se les cae el pelo cuando lo descubren. Aunque me pareció divertido ver cómo le cambia de imagen y le pone un traje de chaqueta y corbata. Parecía otro. Pero el cambio de rutina que le estaba dando Charlie tan repentino, conseguía que Ray se pusiera nervioso cada vez que tenía que hacer algo que no estaba dentro de su propia rutina o que no pudiera hacer lo que, diariamente, solía hacer. Tal es así, que Charlie debía hacer cosas como tener que llamar a una casa, en medio de vete tú a saber dónde, para que Ray pudiera ver la tele y así poder calmarlo.

Poco a poco, Charlie se da cuenta de que Ray, no sólo no es como los demás, sino que es especial. Porque Ray, con sus manías y todo, es alguien a quien cogerle cariño, por esa inocencia con la que habla, enternecería al más duro. Y tanto es el cariño que le coge, que quiere conseguir su custodia para cuidarle de él. Yo no sé los demás, pero cada vez que veo la escena en el que le dice que se siente muy orgulloso de ser su hermano, a mí se me saltan las lágrimas. Porque con él aprende más de lo que jamás pensaría con alguien como Ray. Aprende a no ser tan materialista, a no mirar tanto el dinero por encima de todo, a apreciar lo que se tiene, a no ser tan egoísta. Porque nada de eso es Ray, ya que no comprende siquiera lo que es nada de eso. Y, aunque no consigue su custodia, comprende que Ray es lo que mejor ha tenido en la vida y que, gracias a él, consigue ser una mejor persona.

Lovely Bones, Peter Jackson (2009)

Bueno, la película está narrada por la protagonista, Susie Salmon, que, ya de primeras, te dice que fue asesinada.

El principio de la película es el típico de una niña de 14 años, con sus cosas de su edad: que si le gusta tal chico, que si esto, lo otro. La verdad es que me gusta la historia que tiene con el chico que le gusta, Ray. Se le ve un chaval bastante tierno y sencillo, que se fija en ella porque le parece bastante inteligente y con gustos similares a los suyos. Y la pobre Susie, embobada con él, noqueada porque uno de los chicos más guapos de su instituto, le acababa de pedir para salir el fin de semana.

Susie Salmon (Saoirse Ronan)
Susie me parece también una chica bastante valiente que no se piensa dos veces las cosas a la hora de actuar. La escena en la que el hermano deja de respirar porque se traga una rama y ella, al ver que sus padres no están, toma la iniciativa de llevárselo en coche y (casi matarse) llevárselo al hospital, me parece de tener mucho coraje. Yo no sé si hubiese tenido tantas agallas como las tuvo ella. Aunque fue una completa locura, porque casi se mata por el camino. Luego su abuela le dice que por salvarle la vida a su hermano vivirá muchos años como recompensa. Da pena pensar que eso no fue así, pero bueno. Y luego, cuando va de regreso a casa, se encuentra con ese... innombrable, porque de verdad es que otro nombre no es que tenga. Al principio dice que ella no entiende cómo se deja engañar, ya que se considera una chica bastante lista, pero yo creo que era bastante ingenua, aparte de que sólo era una niña y no sospechaba de que ese hombre era malo. Aunque cara de psicópata tiene un rato. Pero da rabia pensar que estas cosas pasan en verdad. Mucha.

La relación que tiene con su padre es adorable. La escena en la que él le cuenta del por qué de los hobbies, lo que quieren decir y el por qué hay que seguirlos, me parece de lo más interesante. Y con mucha razón, además. Y luego, cuando le deja que levante el barco de dentro de la botella, no sé, la cara que ella pone cuando ve cómo el barco se va levantando, parece como si fuese mágico. Después, cuando ella desaparece, es el primero que sale en su búsqueda. La cara de angustia que se queda al ver que su pequeña no aparece, es indescriptible. Y, la verdad, es normal que acabara obsesionándose con el tema, es que no es para menos. Se trata de su hija, no de otra persona. Es lo que normalmente suelen ocurrir en estos casos. Encima, es el único con el que parece que mantiene una especie de conexión, él la siente en varias ocasiones y sabe que, de algún modo, esté donde esté, ella está bien. Pero a mí se me caía el alma al suelo la impotencia que sentía al ver que no la encontraban ni a ella ni al culpable ni nada de nada. La verdad es que no sé ni cómo no se volvió medio loco. Y cuando al fin se da cuenta de quien es... yo es que lo hubiese matado...
Stanley Tucci como George Harvey

Con su madre parece que se lleva a medias, porque por lo visto es la que impone un poco en la casa. Se pone de morros con ella porque no la deja revelar todos los carretes que le regalaron por su cumpleaños y que ya ha gastado. Pero es que, es normal, porque eran tropecientos carretes y no estaban para gastar tanto. En ese aspecto, fue un poco bruta la niña esta. ¡¡Hala, fotos por todas partes!! Entiendo que le gustase echar fotos, pero es que se emocionó demasiado con tantas. Y luego, cuando le manda a ponerse un gorrito que le ha hecho de punto, con borla incluida... vaya tela, normal que no se lo quiera poner,es que es un tanto ridículo. Aunque ahora se llevan mucho, estas modas parece que siempre regresan. Y, después, cuando ve que Susie no regresa a casa, al principio se la ve bastante molesta, pero, como es normal, acaba preocupándose. La pobre no sabe cómo llevar el asunto y es la más sensata de los dos al enterarse de que su hija, lo más probable es que haya sido asesinada. Mientras que el marido piensa que es posible que no sea eso, ella sabe que no es así, que el gorro no es buena señal que lo hayan encontrado y más cuando es en un lugar poco frecuente y medio enterrado, vaya. Y el hecho de que su marido se obsesione con el tema, no es que se lo ponga muy fácil, porque ella quiere, de algún modo, superar la muerte de su hija, pero él sólo se la recuerda una y otra vez y no se da cuenta de que no ayuda a su propia esposa a superar nada. Así que ella decide irse un tiempo y perderse. Menos mal que al final regresa, porque me daría pena que se rompiera por eso.

La abuela de Susie es la leche. Le da, por así decirlo, un toque de humor a la peli. Es un desastre en todo, no sabe usar la aspiradora (la usa de cenicero), fuma como una cosaca, bebe y se empastilla a más no poder, la lía parda con la lavadora... vamos, lo tiene todo, vaya. Me hace gracia la parte en la que mete el polvo debajo de la alfombra. Y el nieto se lo pasa pipa con ella, a pesar de todo lo desastre que es. Cuando le dice que va a morir pronto porque es vieja, me descojoné cuando le suelta: "35 años no es ser vieja". Qué mujer.

La hermana de Susie también es de las que podría llamar un punto clave en la trama de la peli. Al principio apenas se le da mucha importancia, pero mientras va avanzando la historia, se sabe que es muy intuitiva. No se sabe por qué, pero es la primera en sospechar del vecino como posible asesino de su hermana. Imagino que empezó por el hecho de que un día, paseando el perro, éste se puso a ladrar como un cosaco en dirección a la casa de él y, quieras que no, eso da un poco que pensar. Y cada vez que pasaba por la puerta de esa casa, es como si algo le dijera que ahí ocurría algo y que le parecía de lo más sospechoso. Hasta que un día, cuando ve pasar el coche del tipejo este mientras está corriendo, aprovecha para colarse en su casa. La verdad es que me causó bastante agobio, porque no paraba de pensar que se saliera de ahí cuando el otro regresa a casa. Menos mal que consigue escaparse de él, pero joder, qué mal se pasa. Gracias a ella se descubre quien es, pero por desgracia no consiguen atraparlo ni averiguar el paradero del cuerpo de Susie. Pero me alegra saber que, aunque se librara de ir a la cárcel, no se librara de una muerte bien merecida a manos del destino.

En cuanto a Susie a lo largo de la peli, la verdad es que tiene sus altibajos. Al principio, cuando descubre que está muerta, se la ve llena de rabia. Luego de impotencia, porque se encuentra con su padre y no sabe cómo hacerle ver que está bien, que está ahí. Más tarde, se encuentra con una chica, que es la que le explica en dónde está. Yo creo que es el limbo, me da a mí, o al menos eso creo. Ahí comienza a sentirse bien, a divertirse, a hacer un montón de cosas impensables, como salir en una revista de moda (en serio, me mató eso, divina de la muerte). Y, más adelante, cuando se va comunicando con su padre de una forma u otra... he tenido que luchar porque no se me cayeran las lagrimillas, porque emocionante es un rato largo.  Pero creo que la escena con la que me quedo y que más me ha gustado es la de cuando se le aparece a la chica esta que ve cosas, Ruth, metiéndose en su cuerpo (por así decirlo) y Ray la encuentra, tirada en la cama y acaba viendo en ella a Susie y le dice lo hermosa que es y ella le pide que la bese. Bueno, al menos consigue algo que ella pensaba que jamás podría hacer ya.

Guerra Mundial Z, de Max Brooks (2006)

Bueno, el libro en sí, está bastante bien planteado, ya que, desde el principio, te van contando qué, cómo, cuándo y dónde empezó la amenaza zombi. Todo esto, narrado por todos los supervivientes de aquella guerra en la que no tuvieron más remedio que participar, si no querían acabar como muertos vivientes.

Cada personaje va narrando su versión de la historia desde puntos diferentes del mundo, empezando por EEUU, pasando por Cuba, Rusia, Australia, Japón y un largo ect. Muchos de ellos ni siquiera habían empuñado un arma, pero tuvieron que aprender a defenderse si querían sobrevivir. Otros, los que eran ya veteranos en el tema de las guerras, contaban cuáles eran sus estrategias de combate para poder exterminarlos, con o sin éxito y te iban contando lo que fallaba y lo que no. Y, poco a poco, te das cuenta de que no todos eran tan valientes como los protagonista de las historias, ya que muchos se rendían y acababan con sus vidas a la primera de cambio, ya que veían que esa era su única salida de aquel infierno.

Finalmente, todos aquellos supervivientes, van relatando también sobre cómo vivieron cada uno el final (para algunos, inesperada)de la guerra.

Sinceramente, es el primer libro que leo (y que me acabo, porque tengo otro a medias) sobre este género (el de zombis) y, aunque han habido partes que se me han hecho algo pesadas (sobre todo en las partes donde se hablan de armas, etc, que me solía perder mucho), creo que es de los libros que valen la pena leer, aunque sea una vez en la vida. Me han gustado algunas historias, aunque, creo que con la que me quedo, es con la del anciano ciego de Japón que sobrevivió gracias a sus creencias y al sexto sentido que suelen desarrollar. Me hizo bastante gracia eso de que le diera las gracias a los zetas por "avisarle de que estaban ahí". De todas las historias, la suya fue la que más me impresionó.

Sexo en Nueva York, la película (2008)

La verdad es que no es una de las películas que más me llamen la atención. Y eso que yo veía la serie, pero tampoco creo que sea para tanto. La serie me hacía más gracia, no sé, aunque tampoco es que me sintiera muy identificada con ella, puesto que en ninguno de los casos se parecía en nada a mí. Pero me gustaba porque algunas situaciones me resultaban divertidas. 

Pero, en cambio, la película no ha conseguido eso. Sí, es entretenida, pero, para mi gusto, es demasiado larga para lo que es. Para empezar, se pasan toda la peli prácticamente centrándose en la historia de la prota, Carrie: primero con lo de la boda, se pasa rato largo probándose vestidos HORROROSOS para quedarse con el más espantoso de todos(¿a quien se le ocurrió ponerle un pajarraco como adorno del velo? Alguien que la odia, seguro). Luego con lo de la búsqueda de piso, que más pijo no podría ser. Luego que si la dejan plantada casi en el altar. Vale, eso debe joder, pero me parece flipante que las amigas se la lleven a otro país para pasar unos días y se pase el día en la cama metida. Si a mí mis amigas me hacen eso, primero me las como a besos y luego me lo intentaría pasar lo mejor que pueda. ¡Qué menos! Pero bueno, menos mal que al final se anima un poco. Luego, regresa a Nueva York y, lo primero que hace, es contratar una asistente para que le organice la casa. Esto... ¿hola? Mucho pijoterío pero no sabe hacer eso sola. No sé, me pareció bastante absurdo. Para eso llamo a una de mis amigas, que seguro que me ayudan encantada y me saldría gratis. En fin, qué cosas. 
Luego está Miranda, otra que, por más que intento, no consigo tragar ni a la de tres. Me parece siempre un poco marimandona y se irrita mucho con nada. Y al pobre marido, pues claro, lo lleva por la calle de la amargura porque lo tiene a pan y agua durante meses. No sé de qué se sorprende cuando le dice que se ha desahogao con otra. Tampoco digo que estuviera bien, pero el pobre estaba ya que se subía por las paredes y eso le puede pasar a cualquiera. Ni siquiera le deja que se explique y.. aagh, me saca de quicio la tía esta. 

Después está Samantha, la salidorra del grupo. Ella es la que le pone el toque picante a la película. Aunque tuve la sensación de que apenas salía en la peli o, al menos, eso me pareció a mí. Está en Los Ángeles, haciendo de manager de su novio modelo y éste apenas pasa por casa. Y una noche descubre que tiene un vecino igual de liberal que solía ser ella antes de empezar con el novio y no para de tentarse por acabar entre sus sábanas (o lo que no son las sábanas). Así que, finalmente, decide acabar su relación con el novio, ya que veía que la cosa se había estancado mucho y que era lo mejor para ambos. Y, para ser ella, bastante que ha aguantado en una relación.
Por último tenemos a Charlotte, que es la única que podría decirse que se salva. Me simpatiza bastante, nos sé. Aunque es bastante modosita, pero me hace gracia precisamente por eso, porque le resulta un poco complicado hablar de ciertos temas que a ella le resultan un poco escandalosos y, como ahora tiene una niña, pues claro, debe cortarse un poco más. La escena de cuando cambian lo de sexo por las pinturas es brutal. Además, es a la que mejor le van las cosas de las cuatro. Adoptan a una niña asiática, se queda embarazada después de dejar de intentarlo durante mucho tiempo y tiene una niña.

Y luego, el final de la película lo vi demasiado predecible. Big consigue hablar con Carrie y, un rato después, se casan, son felices, comen perdices y ella deja de ser tan pedante como siempre ha sido. O al menos eso espero. La verdad es que, como ya he dicho, para lo que cuenta la película, se me hace muy larga y pesada. Podrían haberla hecho un poco más corta y hubiese quedado mejor. Pero bueno, dentro de lo que cabe, no está mal la peli, pero es de esas que solo veo un par de veces o poco más.

Los Miserables, de Victor Hugo (1862)

La historia comienza cuando Jean Valjean escapa (creo) y acaba en un pueblucho que nadie le quiere por haber sido presidiario. Pero, gracias a la bondad de un obispo, se da cuenta de que su vida debe cambiar y decide cambiar y empezar de cero. Para ello, cambia de ciudad, de nombre, de estilo de vida. Todo lo que gana es para los demás, apenas se queda algo para él. Tras un malentendido, una muchacha llamada Fantine (que conste que a mí me salía Fantina, hija menor de Fanta -chiste malo, no me matéis- )acaba presa y Jean, como alcalde, la saca de allí y evita que pase por todo lo que él pasó durante casi 20 años. Le promete cuidar de ella y de su hijita, que estaba a cargo de una familia a la que le debía algo de dinero por cuidar de la pequeña. La verdad es que la pobre Fantine, me da mucha pena, porque los Thenardier se aprovechan a más no poder de su bondad y la pobre tiene que vender sus dientes y su larga melena para poder costearse los medicamentos que se supone que es para Cosette, cosa que no era cierto, puesto que ni siquiera estaba enferma. La pobre se pasa lo que le resta de su vida pensando que volvería a ver a su pequeña y, al enterarse de que no es así, de que no está allí con ella, entra en shock y, de un golpe mal dado, muere.

Tras la muerte de Fantine, Jean Valjean decide ir en busca de verdad de la pobre Cosette y hacerse cargo de ella. Esta parte era más que obvia, puesto que todos lo hubiésemos hecho y más sabiendo cómo estaba siendo tratada la pobre niña con los Thenardier. Esa familia es detestable. Me parece indignante que esa gentuza tratara a patadas y como si de un perro se tratara a Cosette, dejando que haga las tareas más pesadas, sin apenas ropa, comida y dejando que saliera a la calle así, ya lloviera, tronara, nevara o pasara un huracán. Por suerte, Jean Valjean la rescata de esa gente y le da la vida que se merece. Me hace gracia cuando se están escondiendo de Javert y Jean Valjean le dice que se esté muy quieta y que no se mueva o vendría la Thenardier a por ella y se la llevaría y la pobre obedece acojonada como si del coco se tratara. 

Años más tarde, la niña deja de serlo y se convierte en lo que más de uno se espera, una hermosa jovencita, que llega a enamorarse del hijo de un barón. Para mí, al principio, Marius me pareció un personaje un tanto seco, sin importancia, pero poco a poco se ve parte de él y al final acabas cogiéndole cariño. Primero, descubriendo la verdad que tanto le ha ocultado su abuelo, alguien bastante severo, con principios, testarudo, de mucho carácter y de armas tomar, sobre su padre. Yo entiendo que abandonara a su abuelo, porque ocultarle tal cosa, me parece demasiado. Y como el abuelo era cabezota y el nieto lo era más, pues claro, a ver cómo aclaran esto. Me alegré cuando, al final, se reconciliaran, porque da pena que, por algo así, se fuese al traste una relación tan buena como la que tenían los dos, antes de que Marius se enterara de todo. Pero ya pudo ser de una manera más agradable. Pero bueno, al menos el abuelo ya podría morir en paz tras esa reconciliación. Que esa es otra, con la de muertes que han habido y el abuelo de Marius, con sus 91 años y estaba aún vivito y coleando cuando acaba la historia. En parte, me parece un personaje entrañable, porque me recuerda a los abuelos estos cascarrabias que no tienen otra cosa que criticar a la juventud de ahora. 

En cuanto a Javert, me parece que se debía de sentir un rato fracasado. A mí que no me fastidien, que todos los que atrapaba, todos que conseguía enchironar,todos que se la fugaban de prisión. Normal que al final se suicidara. El autor puso que fue por lo de que Jean Valjean le perdonó la vida, pero yo creo que fue por fracasado. Yo me lo llego a encontrar y le recomiendo que se dedicara a otra cosa mejor. Madera como policía tenía, porque hacía bien su trabajo,pero eso de que se piraran todos en un abrir y cerrar de ojos... ¡¡La de veces que se le ha escurrido el prota!! Yo ya perdí la cuenta. 

Para terminar, comentar que lo que más me gustó, supongo, es cuando Cosette y Marius se casan y, tras la boda, Jean Valjean le suelta parte de la verdad a Marius y luego éste se entera por Thenardier el resto de su verdad. Aunque lamentablemente ya fuese un poco tarde y no pudieran más que despedirse del pobre Jean Valjean. Aunque me hace gracia eso de que, esté moribundo, les suelte a la parejita feliz un discursito precioso y emotivo y después, sin más, la espiche. Aún sigo sin entender muy bien el por qué de su muerte, ya que me pareció que murió así, sin más. Bueno, da a entender que es algo así como de tristeza, pero... no sé, no me quedó muy claro esa parte.

Rebecca de Alfred Hitchcock (1940)

Cartel de la película protagonizada por
Joan Fontainey Laurence Olivier
Bueno, para empezar, me pensaba que el título de la película era el nombre de la protagonista, pero mientras transcurría la trama, me percaté de que no era así. Es más, creo que no se llega a decir. Hubo un momento en el que una de las invitadas del señor de Winter (Beatrice, creo que se llamaba) iba a preguntar o a mencionar su nombre, pero no ha sido así y me ha hecho hasta gracia, porque ha sido todo como muy misterioso, en plan: «No pensamos desvelar en ningún momento el nombre de la protagonista, así que no te molestes en averiguarlo. Pero vamos a hacer que sea más interesante haciendo como que lo van a hacer... pero no va a ser así...» 

El principio de la película me ha parecido un poco ñoño (con perdón ), pero es que eso de que se conozcan y de un momento a otro ¡zas! se casen, me ha parecido un poco precipitado. Desde luego que el señor de Winter es un hombre de lo más impulsivo y hace las cosas según le vienen al momento, pero desde luego que tampoco es que se parase a pensar en si la muchacha con la que pensaba casarse era para él o no. Y, la verdad, es que la joven era bastante buena chica, pero me ha dado un poco de rabia que la otra vieja ricachona la menospreciara por no estar a la altura, según ella, de Maxim. Pues ¿qué quieres que te diga? Eso quien tendría que decírselo es él, no una vieja amargada. Qué asco que me ha dado la tipeja esa, en serio. 

Joan Fontaine y Laurence Olivier en una escena de la película.
La verdad es que la pobre muchacha yo no sé ni cómo no se vuelve loca teniendo al fantasma de la difunta esposa de su marido tan presente y todo el mundo alabando lo que hacía. Sinceramente, yo me hubiese puesto hasta de malhumor, porque no podía dar un puñetero paso sin que la compararan con la otra. La señora Danvers me ha parecido de lo más rastrera que te puedas imaginar. Al principio es que me ha dado miedo, porque menudas pintas tan severas que me traía, vaya. Me ha dado la sensación de que estuviera secretamente enamorada de Rebecca, porque no veas cómo hablaba de ella, como si fuese la persona más maravillosa del mundo y que nadie la podría superarla y blablabla. Y ya, lo que le hace con lo del disfraz, mira, soy yo la chica y la hubiese matado, vaya que sí. Y encima, para más colmo, le empieza a comer la oreja a la pobre y le incita a que salte por la ventana. ¡¡Buff!! Me ha puesto de los nervios, en serio. 

Ha llegado un momento en el que pensé que el señor de Winter había sido el asesino de Rebecca y que por eso se consideraba tan horrible persona. Cuando ha dicho que la odiaba porque era una persona horrible, he pegado un grito que no veas y me ha entrado hasta la risa. Uno pensando que estaba siempre molesto con la otra muchacha porque siempre estaba comparándola con ella y resulta que lo que le molestaba era precisamente eso, que intentara parecerse a ella, porque la odiaba a muerte. Ya me estaba oliendo yo que la difunta no era tan maravillosa como dice todo el mundo, pero es que no me pensé que fuese tan arpía. Y encima con un amante y todo. Que me ha caído como el culo (hablando en plata ) porque quería dejar en evidencia a Maxim y le ha salido el tiro por la culata al comprobar que no eran ciertas sus sospechas de que fuese él quien la asesinara.

Joan Fontaine y Judith Anderson

Aunque esa parte no me ha quedado muy claro, a decir verdad. Osea, a ver si lo he entendido. La noche en la que muere Rebecca, ella le dice a su esposo que está esperando un hijo para provocarlo y... ¿que la matara? Es que me ha dejado un poco tocada esa parte. La verdad es que me he alegrado de que el señor de Winter no acabara mal, porque no fue culpa suya lo que le pasó a su esposa, aunque hizo mal en hacer todo aquel paripé del barco que se hunde y eso. Claro que es más que comprensible, ya que estaba fuera de sí y nadie le creería, pero no sé, casi le sale mal el asunto. Pero me alegro porque así hizo callar al otro bocazas que solo quería joder la marrana, vaya. Y luego la señora Danvers, en plan loca de remate (sólo le faltó reírse a lo Bellatrix mientras incendiaba todo) haciendo arder la mansión entera. Y encima se quedó atrapada ahí, en su adoraba ala oeste (no sé qué me da, pero siempre que se prohíbe algo, siempre es el ala oeste, no sé por qué) donde estaban los recuerdos de su idolatrada Rebecca, ardiendo con ella.